San Josemaría Escrivá de Balaguer
Josemaría Escrivá de Balaguer nace en 1902, en Barbastro, localidad del nordeste español, cerca de los Pirineos. Segundo de seis hermanos, de carácter expansivo y abierto, su infancia transcurre con normalidad, en el ambiente alegre de una familia cristiana. Aprende de sus padres y en la escuela los fundamentos de la doctrina de fe e incorpora tempranamente a su vida costumbres cristianas, como la confesión y la comunión frecuentes, el rezo del Rosario, la limosna. Conoce pronto la experiencia del dolor —muerte de tres hermanas pequeñas, ruina económica familiar— que templa su carácter y le hace madurar. En 1915 la familia se traslada a Logroño, donde su padre ha encontrado un nuevo trabajo.
Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Lloran su muerte miles de personas que se han acercado a Cristo y a la Iglesia gracias a su labor sacerdotal, a su ejemplo y a sus escritos. Poco después, un gran número de fieles eleva al Papa la súplica de que se abra la causa de canonización. El 17 de mayo de 1992, trescientas mil personas tienen la alegría de asistir a su beatificación: una ceremonia de gran simbolismo, que tiene como tema la santidad y como centro la Eucaristía; que preside Juan Pablo II y se desarrolla a los pies de una imagen de la Virgen —Mater Ecclesiae— que embellece la Plaza de San Pedro. Cristo, María y el Papa fueron los tres grandes amores de Josemaría Escrivá de Balaguer, la razón de su vida y de su ministerio sacerdotal. |